Mi aventura por este maravilloso idioma llamado "Español"
Hola, ¿cómo estás?
Espero que estés teniendo un buen día.
Hoy estoy muy feliz y emocionada por estar aquí contigo estrenando este podcast que está inspirado en mis queridos estudiantes de español. Espero que lo disfrutes tanto como yo y que juntos logremos llevar tu español al siguiente nivel.
En este primer episodio quiero compartir contigo mi aventura por el español y cómo ser profesora de español para extranjeros ha cambiado mi vida.
Espero que estés teniendo un buen día.
Hoy estoy muy feliz y emocionada por estar aquí contigo estrenando este podcast que está inspirado en mis queridos estudiantes de español. Espero que lo disfrutes tanto como yo y que juntos logremos llevar tu español al siguiente nivel.
En este primer episodio quiero compartir contigo mi aventura por el español y cómo ser profesora de español para extranjeros ha cambiado mi vida.
¡Imagínate! si cambió mi vida siendo hispanohablante.
¿Cómo podría cambiar tu vida siendo tu segunda lengua?
¿Cómo podría cambiar tu vida siendo tu segunda lengua?
Cuando estaba en la secundaria soñaba con ser pediatra y estaba casi segura de que estudiaría medicina en la universidad.
Jamás me imaginé como profesora, porque yo era muy tímida, era miedosa, y creía que no tenía la paciencia suficiente para ser profesora así que no era una de mis opciones, pero la vida es muy sabia y yo creo que la mayoría del tiempo cuando queremos algo y las cosas no fluyen, no son posibles o nos dicen que “NO” muchas veces, es porque eso que queremos o creemos querer no es para nosotros y la vida tiene un plan diferente, y a mi la vida me forzó a renunciar a ese sueño de ser pediatra y en cambio me regaló la maravillosa oportunidad de tomar un curso de español como segunda lengua para extranjeros.
Jamás me imaginé como profesora, porque yo era muy tímida, era miedosa, y creía que no tenía la paciencia suficiente para ser profesora así que no era una de mis opciones, pero la vida es muy sabia y yo creo que la mayoría del tiempo cuando queremos algo y las cosas no fluyen, no son posibles o nos dicen que “NO” muchas veces, es porque eso que queremos o creemos querer no es para nosotros y la vida tiene un plan diferente, y a mi la vida me forzó a renunciar a ese sueño de ser pediatra y en cambio me regaló la maravillosa oportunidad de tomar un curso de español como segunda lengua para extranjeros.
Y ¡créeme! ha sido la mejor oportunidad de mi vida.
Porque el ser profesora de español me ayudó a abrirme a otras experiencias, ideas, culturas, opiniones, y a darme cuenta que la vida va más allá de las cosas materiales y de las cosas que la sociedad o nuestro entorno nos dice que tenemos que hacer, me ha enseñado que lo importante realmente son esas experiencias que nos ayudan a crecer, a ser más empáticos, respetuosos, a aceptarnos a nosotros mismos y a aceptar a los demás tal cual son, porque todos somos un mundo y lo que es bueno para ti probablemente no lo sea para mí, pero no por eso, tiene que ser malo.
Yo crecí en una familia tradicional guatemalteca y mi educación fue muy estricta, yo no podía salir con mis amigos, no podía tener amigo hombres o irme de viaje, mucho menos ir a fiestas, porque mi familia siempre ha prestado mucha atención al qué dirán (es decir la opinión de otras personas) y de adolescente recuerdo que tenía muchos problemas con mi familia porque yo era muy rebelde y quería hacer cosas que para mi familia, para mi sociedad y mi cultura no eran “aceptables o normales”, pero tiempo después entendí que en otras culturas si eran normales para la vida de un adolescente y claro mi experiencia con mi familia y la sociedad Guatemalteca influyó mucho en mi personalidad, pues fue lo que me hizo tímida, miedosa e insegura.
Yo crecí en una familia tradicional guatemalteca y mi educación fue muy estricta, yo no podía salir con mis amigos, no podía tener amigo hombres o irme de viaje, mucho menos ir a fiestas, porque mi familia siempre ha prestado mucha atención al qué dirán (es decir la opinión de otras personas) y de adolescente recuerdo que tenía muchos problemas con mi familia porque yo era muy rebelde y quería hacer cosas que para mi familia, para mi sociedad y mi cultura no eran “aceptables o normales”, pero tiempo después entendí que en otras culturas si eran normales para la vida de un adolescente y claro mi experiencia con mi familia y la sociedad Guatemalteca influyó mucho en mi personalidad, pues fue lo que me hizo tímida, miedosa e insegura.
Durante los recesos yo compartía con los estudiantes e intercambiábamos experiencias de vida que siempre me enseñaban algo nuevo, siempre me enseñaban a pensar diferente, opinar diferente y a tener otra perspectiva de cada situación. Cuando hablábamos de sus viajes, sus aventuras tan locas y divertidas (y de verdad habían algunas historias que me parecían de película) me encantaba imaginarme en esas situaciones porque hablar con mis estudiantes era como leer muchos libros y viajar a través de ellos.